viernes, 27 de enero de 2012



IÑAKI OCHOA DE OLZA,  MEDICO DEL ALMA

“Todos tenemos pasión por algo y para ser feliz hay que encontrarla y cultivarla. Ese descubrimiento es lo que te hace ser la mejor versión de ti mismo.  Iñaki ha hecho en todo momento lo que le apasionaba y ese equilibrio interior que transmiten las montañas se nota en su forma de tratar a las personas…”  palabras de Alex Gavan, fotógrafo rumano y miembro del grupo de personas que hizo todo lo que pudo por salvar la vida de Iñaki Ochoa de Olza hace casi cuatro años.



A la llamada de auxilio desde el campo base del Annapurna en la cordillera del Himalaya, avisando de que Iñaki sufría edema cerebral estaba en peligro, varias personas, desde distintos lugares y de diversas nacionalidades se pusieron en marcha para hacer todo lo que estuviera en sus manos (posible o imposible) para salvar la vida del que era su amigo.


Sin el equipamiento necesario el suizo  UELI STECK comenzó una ascensión maratoniana, al mismo tiempo  el kazajo DENIS URUBKO después de intentar una ascensión en helicóptero que resulto fallida por culpa del mal tiempo, continuo camino a pie intentando llevar oxigeno al lugar cercano a la cumbre donde Iñaki agonizaba en compañía de su “ángel  de la guarda” HORIA COLOBASANU ,su amigo rumano. 
Finalmente Iñaki murió,  pero quedo patente  que  había sembrado amistad, y eso fue lo que cada uno de los catorce miembros del equipo de rescate sintió, arriesgando su vida para salvarle.
Iñaki  Ochoa de Olza trabajaba para conseguir abrir un orfanato en Katmandu. Hoy, eso ya es una realidad, gracias a su familia que cogió el testigo y al frente de SOSHIMALAYA  continua sus sueños.

Estos vídeos te acercaran a lo sucedido durante aquellas 72 horas en que el amor y la amistad lucharon por conseguir un sueño.

                                              



                                            

sábado, 14 de enero de 2012

LOS MEJORES DESEOS PARA 2.012

Mi última entrada fue el día Navidad,   y casi pasa un mes para volver a aparecer por aquí.
Después del año nuevo hasta los telediarios nos hablan de los propósitos que nos hacemos para el año que comienza, siempre es bueno encontrar una fecha para detenernos a reflexionar sobre el tipo de vida que hacemos y los resultados que esperamos obtener, y lo que es más importante si son coherentes  con nuestros anhelos.

Como decía Goethe…
Hay una verdad elemental que concierne a todos los proyectos de iniciativa y cuya ignorancia hace fracasar infinidad de ideas y planes espléndidos: En el momento en que uno se compromete definitivamente, entra la providencia.
Cualquier cosa que quieras o sueñas hacer, comienza.
La determinación tiene genio, poder y magia.
Comienza ahora!





…Y comienzo con este pan que soñaba con parecerse un poco pero en versión sencilla al Pain du Poilâne. Mítico panadero francés,  defensor de una manera de hacer las cosas, manteniendo la tradición, la materia  prima de la mejor calidad, y unas reglas en la manera de amasar fermentar y hornear que no han cambiado ni un ápice. Él falleció en accidente de aviación, pero dejo tras de sí un pan que no cambia. Se sigue cociendo en hornos  con base de piedra, a pesar de elaborar miles de panes diarios.
Yo tuve la suerte de poder comprar y comer uno, y todavía está en la memoria  de mi paladar. La miche Poilâne se elabora con masa madre y una parte de harina de trigo y otra parte de harina integral también de trigo.


Esta manera de elaborar este pan no mes muy ortodoxa pero el resultado es bueno y simplifica mucho el proceso.
Ponemos todos los ingredientes en un  bol grande y mezclamos  bien con una espátula, mirando que no queden grumos de harina. En principio quedara bastante húmeda e imposible de amasar. Lo taparemos con film, y lo dejaremos en el frigorífico durante al menos 12 horas.
Puede estar hasta 24 horas en el frigo. Pasado este tiempo se deja atemperar durante 1 hora en  la cocina y se saca del bol a una superficie enharinada, donde dividiremos por la mitad para hacer dos panes. Le daremos forma con una espátula de panadero, puesto que a mano es imposible porque es una masa muy hidratada y difícil de trabajar. Pondremos en una baneton, durante aproximadamente 1 a2 horas depende de la temperatura ambiente.
En un horno previamente calentado con piedra refractaria, depositaremos sobre esta los dos panes y hornearemos a 240 grados durante 40 minutos.
Yo siempre tengo en el horno una bandeja metálica en la que pongo agua antes de meter el pan para crear vapor.
Si notamos que coge demasiado color, podemos cubrir los panes o con otra bandeja o con papel de plata.











 Suerte si lo intentáis hacer y feliz horneado.  Y no me quiero olvidar de que en la vida siempre hay mas posibilidades de las que creemos.