Tarta
crumble de manzanas y moras
Hoy vengo con
una receta de celebración, mi primer cumpleblog fue ayer.
Me apetecía hacer algo que de verdad me supiera a
celebración, recién cocinado y calentito.
Mientras escribo tengo el sabor y el olor en mis
sentidos…
Quería una receta que fuera fiel reflejo de lo que
más me inspira. Que aunara el otoño, las manzanas y uno de mis libros
preferidos que está en mi compañía desde hace más de veinticinco años y que con
solo echar un vistazo me entran ganas de cocinar y de pintar.
Está lleno de recetas de jarabes, confituras,
chutneys, galletas y tartas todo ello con una raíz campestre y basada en las
frutas y en el otoño.
Las autoras a través de los bodegones fotográficos
despiertan nuestras ganas de ponernos a hornear algo. Siempre ha sido un libro
mágico… fuera el momento que fuera… su sola contemplación me hacía sentir bien.
Quería también que fuera una receta rústica y
sencilla, reflejo de las cosas que más me gustan.
“Los brillantes rojos y dorados, los cálidos canelas
y los marrones quemados de la madera y los campos, los huertos y los setos
evocan el romanticismo y los placeres prácticos de la cosecha.”
Con estas palabras comienza EL CAMPO EN CASA.
En la tarta que he hecho no he seguido la receta que
indicaba, solo la he utilizado como inspiración. La receta es un “remix total”
de otras que he hecho otras veces y algún pequeño cambio nuevo.
INGREDIENTES:
150 g. mantequilla
150 g. azúcar
3 huevos
200 g. harina
2 cucharillas de polvos de hornear
125 ml. nata liquida
Relleno:
100 g. moras silvestres (congeladas, fruto de mis paseos de verano)
3 manzanas cortadas en rodajas no demasiado finas
25 g, mantequilla
25 g. azúcar
un poco de canela en polvo
Crumble:
60 g. mantequilla
50 g. azúcar integral
de caña
75 g. harina
Primero de todo
ponemos en una sartén los 25 g. mantequilla y los 25 g. de azúcar y las
manzanas cortadas en rodajitas con la pizca de canela para que se vaya cociendo
poco a poco, en mi caso al ser manzanas reinetas con 5 minutos fue suficiente.
Dejar que se enfríe.
A continuación
mezclaremos formando como migas los ingredientes del crumble, frotando hasta
formar un granulado.
Con una batidora eléctrica
mezclaremos la mantequilla a temperatura
ambiente (ligeramente blanda) y el azúcar de la base y cuando veamos que el
resultado está cremoso vamos añadiendo uno a uno los tres huevos, finalmente la
harina tamizada y el polvo de hornear y la nata liquida. Cuando todo esté
integrado lo pasamos a un molde previamente forrado de papel de hornear y
mantequilla, y lo distribuimos de manera regular. Colocamos las rodajas de
manzana ligeramente cocinadas que ya estarán frías y las moras y sobre todo
ello el crumble que ya tenemos preparado.
Y ya está lista para
ir al horno, 180 grados durante 55 o 60 minutos dependiendo de cómo sea nuestro
horno.
Si vemos que la
superficie se tuesta demasiado la protegeremos con papel de aluminio.
Antes de sacarla del
horno comprobaremos si está hecha con una brocheta, si sale limpia… ya está en
su punto. Dejaremos templar
ligeramente y desmoldaremos (yo utilicé un molde desmontable pero no es
necesario).
Templada esta riquísima
y acompañada de helado forma una combinación perfecta.
Cuando esté fría, se
puede templar en el microondas en la función de descongelar y queda como recién
sacada del horno… menos el crumble de arriba que se reblandece ligeramente.
Y como banda sonora
de esta receta, nada mejor que el incombustible Tom Waits y su mágica canción “The
long way home” .
feliz
día