jueves, 6 de diciembre de 2012


DULCE DE MEMBRILLO


Vengo con esta receta tardísimo, pero prometo que el de nueces lo prepare ayer y que en árbol de membrillos todavía queda alguno.



Tenía la receta desde que en octubre preparé el dulce en tarros de cristal para conservar como hago todos los años.

Este año había muchísimos y yo creo que por las sequías del verano su maduración ha sido muy tardía. Aquí en circunstancias normales el mes por excelencia del membrillo es septiembre.


Muchos blogs publicaron la receta del dulce, en la que poco variamos de unos a otros. Pero vi algunas recetas que incorporaban las nueces y la idea me pareció buenísima porque además de coincidir la época de recolección son dos cosas que combinan muy bien.


El procedimiento en la elaboración puede variar mucho y los resultados también.
Creo que lo más difícil es que te quede dos veces igual de color  y que cuaje en el mismo tiempo.
A mí personalmente me gusta mezclar manzana que suaviza el resultado, pero también es más fácil de cuajar si solo tiene membrillo.
El porcentaje de manzana puede variar, en muchas ocasiones lo he preparado al 50%.
La proporción de azúcar también puede variar pero con 700g. de azúcar por cada Kg. de pulpa de manzana es suficiente.

INGREDIENTES:
Manzanas
Membrillos
Azúcar
Zumo de limón

Primero de todo, limpiaremos muy bien la fruta sobre todo los membrillos a los que con un pequeño cepillo hay que quitarle la pelusilla que tiene la piel. Luego hay que partirlos en cuatro trozos y no quitar ni las semillas que tienen junto con la piel la mayor parte de la pectina que propicia que el dulce cuando enfría cuaje.
Poner los cuartos del membrillo en una olla a presión y añadir el zumo de limón y tres cucharadas de agua o más si la cantidad de fruta es muy grande.
Cerraremos la olla y la pondremos al fuego hasta que empiece a silbar la válvula y a salir vapor de manera continua en el dos. Apagarla y dejarla sobre el fuego hasta que se enfríe un poco y baje la presión y vuelva a bajar la valvula.
Abrir con mucho cuidado y comprobar que la carne del membrillo esté blanda, si no es así volver a poner otra vez un poco tiempo más y que vuelva a subir la presión de la olla.
Si utilizamos manzana haremos igual que con el membrillo pero por separado por que es más blanda y necesita menos tiempo.
Nada mas sacarla y en caliente la pasamos por un pasapurés o como hago yo por una tomatera manual que ahorra mucho trabajo.
Pesaremos la pulpa resultante y pondremos en una cazuela la pulpa de las dos frutas y 700g. de azúcar por Kg. de fruta.
Pondremos a cocer la mezcla durante el tiempo necesario para que alcance la consistencia para que cuaje (aproximadamente 30 minutos). Durante la cocción no podemos dejar de removerlo con una espátula o cuchara de madera porque si no es así se pegará al fondo y se quemará.
No es una labor cómoda y es mejor hacer pequeñas tandas de dulce.
Cuando el dulce ha espesado, pero tenemos dudas de si está en su punto, pondremos una cucharada en un plato y lo pondremos en la nevera un rato para comprobar 15 minutos después si está cuajado. Si no es así tenemos que seguir cociendo el dulce hasta conseguir el punto exacto.


Otra cosa a tener en cuenta es que durante la cocción la mezcla
salpica mucho y es recomendable tener puesta prendas de manga larga o guantes de goma para evitar quemaduras. No soy gran defensora de los robots de cocina pero en este caso la “thermomix”  es una buena aliada.


También quiero aportar que la mejor manera de conservar durante todo el año y tenerlo siempre listo para cuando lo necesitemos. Utilizaremos tarros de conserva de los mismos que se utilizan para la conserva de bonito, que tienen la peculiaridad de que el cuello tiene el mismo diámetro que el resto del tarro.

Los limpiaremos bien con agua muy caliente y cuando se hayan secado, comenzaremos llenarlos con en dulce de membrillo que deberá estar hirviendo, deberemos llenar justo hasta el borde pero sin pasarnos ni quedarnos cortos porque no tiene que quedar sitio y a continuación colocaremos una tapa nueva y limpia. Cerraremos con fuerza y dejaremos enfriar el tarro colocado del revés para que se esterilice la tapa.

Y ya estará lista para guardar. El día que lo necesitamos, abrimos el tarro y lo desmoldamos con ayuda de un cuchillo como si se tratara de un flan.


Solo añadir que la de nueces, es el complemento perfecto cuando la consumamos con queso curado. Aunque a mí el dulce de membrillo me gusta más para el queso fresco.

               DISFRUTAD DE ESTOS DIAS
                    DE DESCANSO

4 comentarios:

  1. Flori, esto si que es una receta bien explicada!!!..a mí el menbrillo me gusta con cualquier queso, lástima que no veo nunca membrillos por ahí, yo me dedico a la manzana..me gustan un montón tus recetas y sobre todo como las cuentas y como las presentas, bss

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  2. cuando alguna vez alguién me ha regalado membrillos, he hecho y siempre me ha salido muy rico, no recuerdo ni la receta, siempre busco alguna en la red. Lo malo es que siempre me lo acabo comiendo yo sola, por eso no pongo mucho empeño en conseguir membrillos. Está muy rico pero demasiada azúcar. Eso si con el de nueces me has conquistado.
    Feliz fin de semana y un abrazo muy grande y cálido

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  3. Ay, cuanto membrillo hemos hecho en mi casa, también tengo la receta en mis primeras entradas de este blog.....me acuerdo de mi padre cuando veo esos membrillos tan bonitos que también han perfumado mis armarios.
    Un besito
    Marialuisa

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  4. Mis pobres membrilleros murieron hace bastante y nunca me han dado ni un membrillo. Tengo que quitarlos y de nuevo poner otros. Mientras me conformo con hacer dulce de manzana que de eso si que tenemos!!! Muy bueno con esas nueces.
    Musus.

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