viernes, 6 de septiembre de 2013

Vacaciones Francia 1ª parte

Tarta de peras
y un paseo por Burdeos y Saint Emilión

Vengo con una sencilla tarta de de peras, que me ayuda a mostraros nuestro peral lleno de frutos. Es de la variedad pera limonera y entre las variedades de peral que tenemos es la más regular en cuanto a producción.
Para esta receta escogí las más pequeñas porque me parecía más apropiado.


INGREDIENTES:
Para la base:
250 g. de harina
50 g. almendra molida
200 g. mantequilla fría cortada en trocitos
100 g. azúcar glass
pellizco de sal
1 huevo

Para el relleno:
5 peras pequeñas
125 g. almendra molida
100 g. mantequilla reblandecida
100 g. azúcar
2 huevos
2 cucharadas de harina
2 cucharadas de cacao

Primero de todo cocer las peras en agua azucarada y con un palo de canela para aromatizar hasta que estén blandas pero no en exceso para poder manipularlas sin que se rompan. Dejar enfriar en el agua y después dejar escurriendo en un plato.
Mezclar sin amasar los ingredientes de la base exceptuando el huevo que será lo último que incorporaremos cuando con el resto de ingredientes hayamos formado como un granulado. Una vez estén los ingredientes integrados formar un rulo y poner a enfriar en el frigorífico cubierto con papel de aluminio.
Debe enfriar al menos durante una hora y con ayuda de dos trozos de papel de horno y un rodillo formaremos una lámina  con la forma del molde que previamente tendremos impregnado de mantequilla. Quitando el papel superior y ayudándonos del otro colocaremos la masa sobre el molde. Dejaremos en el frigorífico durante media hora mientras se calienta el horno a 190 grados y coceremos la base cubierta de papel de horno y legumbres secas (que siempre utilizaremos para éste fin y reutilizaremos) durante 12 o 15 minutos.


Sacaremos la base, pondremos el relleno y finalmente colocaremos las peras rociadas de azúcar y finalizaremos la cocción de la tarta con 15 o 20 minutos dependiendo de nuestro horno.




Y ahora voy con la primera parte de nuestro recorrido veraniego,  Burdeos y Saint Emilión un paraíso lleno de viñedos y chateaux.





Este viaje me ha ayudado a entender porqué tantas bodegas francesas tienen por nombre el de un chateau. Nos encontrábamos con uno cada vez que nos colábamos en un camino rodeado de viñedos.




Fue una delicia visitar Saint Emilión un perfecto escaparate para poder visualizar la mayor parte de la producción vinícola de la comarca.









Cada recorrido por los alrededores escondía fantásticas sorpresas con boda en los viñedos incluida… tengo que decir que en la comarca se pueden ver los viñedos mas increíblemente cuidados que uno puede imaginar.




Supongo que guiados por el Dios Baco visitamos chateaux increíbles, a los que solo nos llevó el azar de escoger un camino. Pudimos vivir esa experiencia en la más absoluta soledad, inimaginable en pleno agosto. La historia de Saint Emilion se remonta a los tiempos prehistóricos y es un lugar Patrimonio de la Humanidad, con fascinantes iglesias románicas y ruinas que se dispersan a lo largo de calles estrechas e inclinadas.



Los romanos plantaron viñedos en lo que se convertiría con el tiempo en Saint Emilion ya en el siglo II a. C. En el siglo IV, el poeta latino Ausonio alabó el fruto de la copiosa vid.









Estas fotografías serán testimonio de una experiencia que sinceramente espero repetir, porque por cada camino escogido dejamos muchos sin recorrer. Pura magia. 

4 comentarios:

  1. Me encanta esa zona, yo el año pasado estuve en la Dordogne y se me quedó sin visitar St. Emilion....¡pero volveré!, lo tenemos relativamente cerca de casa.
    Bienvenida preciosa, se te echaba de menos.
    Un besazo
    Marialuisa

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    1. Como bien dices tenemos esta zona relativamente cerca y yo también espero volver porque la experiencia ha sido buenísima.
      Gracias por tus palabras, pero mis ausencias son incorregibles.
      Un beso.
      Flor.

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  2. Me encanta como acabas esta entrada, para mí la sensación a la vuelta de un viaje es esa, que siempre quedan caminos para seguir en la próxima ocasión, que cada viaje es único y un mismo lugar pudo ser muchos viajes. Y una buena propuesta esta tarta para saborear la vuelta y si es cono fruta de casa mejor. Una combinación perfecta.

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  3. ¡Hola Paloma!
    El azar dibuja nuestros caminos mucho mejor que nosotros, creo que dejarnos llevar sin empeñarnos en controlarlo todo es la mejor manera de disfrutar de los viajes y de "todo"...
    Un beso.
    Flor.

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