viernes, 15 de noviembre de 2013

Pan con higos y avellanas



Esta mañana he madrugado y he dado forma a este pan que ha pasado la noche al sereno, para poder hornearlo a una hora prudente para tenerlo reposadito y listo  en la comida.


No sería la primera vez que  nos comemos templado un pan que tiene una parte de centeno como éste. Pero es un error… pero quien se resiste con ese olor increíble que inunda toda la casa… a dejarlo para después de reposar.


Quiero que nuestro fin de semana comience con calor de chimenea…  plato de cuchara y  la autenticidad de éste pan.



Es mi segundo receta, la primera lo preparé con higos frescos y el resultado fue diferente…no me gustaron los higos frescos horneados en medio de un pan con centeno con profundo sabor de masa madre.


Tenemos aquí en el norte un día de lluvias intensas y un pronóstico para el fin de semana de bajada de temperaturas y incluso nieve. Presiento que este pan no solo nos ha alegrado éste momento… mañana pasará a formar parte de nuestro desayuno en forma de tostadas.
Ya lo estoy saboreando… uhhhh!
Me inspiré en una receta del libro de Anna Bellsola, “PAN EN CASA” y está en la portada del libro.


En la primera versión utilicé masa madre y en la de hoy levadura pero en ambos casos ha pasado la noche en el exterior con una temperatura aproximada de 12 grados.
Ingredientes:
400 g. harina de trigo
180 g. harina de centeno
150 g. avellanas peladas y tostadas
8 higos secos
8 g. levadura fresca
12 g. sal de Guerande
360 ml. agua
La víspera del día que lo vamos a hornear, amasamos todos los ingredientes menos los higos y las avellanas que las incorporaremos después. Formar una bola y poner en un recipiente hermético ligeramente aceitado y dejar en lugar fresco o en el frigorífico toda la noche.
A primera hora tras comprobar que ha doblado su volumen, darle forma y depositarlo en un banetón enharinado y dejar reposar 3 horas aproximadamente.
Depositar en el horno con piedra que estará previamente calentado a 250 grados. Realizarle unos cortes con la cuchilla y poner vapor con un vaporizador o con una bandeja que tendremos en el fondo del horno y en la que pondremos dos cubos de hielo en el momento justo de introducir el pan.
Hornear durante una hora,  y dejar en el horno apagado con la puerta entreabierta durante quince minutos más.
Y dos horas después en la mesa acompañándonos…



                      GRACIAS POR ESTAR AHÍ

2 comentarios:

  1. ¡MARAVILLOSO!, huele desde aquí.....cada vez que veo higos secos, me acuerdo de mi padre...mi madre se los compraba para ir a cazar todos los findes de temporada de caza....a mí me encantan también.....te lo tenía que decir.....¡tu pan de muerte!
    Besos guapa

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  2. Ya me parece que lo huelo, no hay nada como el olor de la cocina cuando se hornea pan. Me encanta esa corteza que se ve tan crujiente.
    Besos

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