Tarta de Moras
El tiempo pasa, el
verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas,
algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones.
Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino. Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad. Hoy y siempre... Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.
Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino. Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad. Hoy y siempre... Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.
(Desconozco su
autor, erróneamente atribuido en la red
a Jorge Luis Borges)
Y para comenzar el otoño que mejor que una receta
fresca y sencilla de mi cocinero más admirado Jamie Oliver.
La ocasión me la propició la celebración del cumpleaños
de mi hija, y fue mi dulce manera de darle las GRACIAS por todo lo que me ha enseñado, y por su
paciencia cada vez que me pongo al teclado y la inundo de preguntas y de dudas
(que ya ha respondido en anteriores ocasiones, pero que yo he olvidado).
Es una tarta muy suave y muy fresca cuyo secreto creo yo, es que no espere mucho tiempo en el frigorífico para que la base siga
crujiente y no se reblandezca.
INGREDIENTES
BASE:
·
125 g. de mantequilla
·
100 g. de azúcar lustre
·
255 g. harina
·
ralladura de limón
·
pellizco de sal
·
2 yemas de huevo
·
2 cucharadas de leche o de agua fría
INGREDIENTES
RELLENO
·
500 g. de mascarpone
·
100 g. nata
·
3 cucharadas de azúcar glass
·
1 vaina de vainilla
·
3 cucharadas de grapa (yo no puse)
La masa de
la base es lo primero que tenemos que preparar, para que repose y se enfríe.
Mezclar la
mantequilla fría cortada en trocitos con la azúcar glass y la harina, cuando
formemos pequeñas migas frotando con las manos añadiremos la yemas de huevo y
las cucharadas de leche y finalmente la ralladura de limón y la sal. Formar una
bola y dejar reposar envuelta en papel de aluminio en el frigorífico.
Yo en esta ocasión, hice pequeñas tartaletas y no una tarta grande.
Pondremos
mantequilla en el molde y lo forraremos con la masa que habremos extendido en
la encimera con ayuda de un rodillo. Volveremos a poner el molde en el frigorífico
o en el congelador durante un ratito.
Cubrir la
base con papel de hornear y poner legumbres que utilizaremos para este fin y después guardaremos
para volver a utilizar (yo suelo utilizar garbanzos).
Hornear en
un horno precalentado a 190 grados durante 12 minutos.
Dejar
enfriar, mientras preparamos el relleno.
Ponemos la
nata fría con el azúcar y la batimos ligeramente pero sin que espese demasiado,
añadiéndole las semillas de la vainilla y el queso mascarpone. Cuando la mezcla
esté homogénea rellenaremos con ella las tartaletas. Finalmente pondremos las
moras que pueden estar previamente en un almíbar frio que les dará brillo o en
un poco de mermelada de moras.
Y ya está
lista para endulzaros el día.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarQué tartaletas, qué fotos, qué Urederra (soy de Tierra Estella y hace siglos que no vamos), que deliciosos post que no había visto pero, sobre todo, que buenas vibraciones me transmite tu blog, sinceramente. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, y me alegro que te transmita buenas vibraciones puesto que está hecho con mucho cariño.
EliminarPlan otoñal redescubrir otra Urederra.
Un beso.
Ahora que hay tantas moras esta receta es ideal!
ResponderEliminarhttp://juegodesabores.blogspot.com.es/
Me encanta como queda!!!:)
ResponderEliminarbesos
Con todas las moras que tenemos en el norte, es genial una receta como esta.
ResponderEliminar¡Gracias por compartirla! ;-)
Qué pastelitos más ricos, me gusta la combinación de la crema con la fruta. ¡¡Cuánto hace que no voy a por moras!! la verdad es que solían llegar muy pocas a casa porque iban desapareciendo por el camino de vuelta. Una preciosa postal para este otoño.
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