FOCACCIA

NACEDERO DE UREDERRA.

Este es un lugar lleno de magia. Incluso su nombre “agua hermosa”.

Si escogemos el momento adecuado para visitarlo puesto que en verano la saturación de gente puede mermar nuestro disfrute, podremos disfrutar de un paseo rodeados de una rica vegetación de robles, hayas, arces, tejos y olmos y un sinfín de tonalidades que dependiendo de la época del año en la que acudamos, pasara de los verdes más intensos, a la increíble paleta de colores que nos puede regalar si acudimos en otoño.

Situado en el Parque natural Urbasa-Andia en el navarro  valle de Amescoa y en el municipio de Bakedano,  nace en las calizas Dolomitas y Dolomias (parecida a la caliza y formada por carbonato doble de cal y magnesio) y por su permeabilidad  han dejado que el agua esculpa un lugar lleno de cascadas  y pozas.

Tras un recorrido de poco más que cinco kilómetros donde la naturaleza no dejará de embargarnos, el sonido del agua de sus cascadas nos acompañara en todo el recorrido y hará más intimo nuestro encuentro con este paraje.

Es difícil captar tanta belleza, pero mi hermano en estas fotografías logra trasladarnos al mismísimo corazón de ese lugar. Y yo le doy las gracias por cederme estas fotografías una de las cuales encabezará este blog a partir de ahora.

Y que mejor manera de finalizar un recorrido tan bello, que con un bocadillo.

Es seguro que un despertar de todos los sentidos,

nos abrirá el apetito…

Con estos ingredientes, tras un largo amasado de 15 minutos que podemos hacer con una amasadora o con la máquina de hacer pan, en el programa de solo amasado, obtendremos una masa, que dejaremos reposar durante media hora.

Después de este reposo prepararemos una bandeja de horno forrada con papel de hornear.

Impregnaremos de aceite el papel de hornear.

Trataremos de extender por toda la bandeja la masa, cubriremos con papel film, y dejaremos reposar durante una hora (todo dependerá de la temperatura de nuestra  cocina).

Pasado este tiempo o cuando veamos que la masa ha doblado su volumen,  pintaremos con dos cucharadas de aceite toda su superficie, a continuación le hacemos unas marcas con nuestros dedos  y adornaremos a nuestro gusto, con aceitunas negras, tomates cherry, romero, albahaca etc. O sin más con un poco de sal en  escamas (Maldon).

Dejamos un último reposo de media hora, durante el cual encenderemos el horno 250 grados.

Yo siempre tengo en el fondo del horno un recipiente metálico en el cual pondré medio vaso de agua antes de meter el pan, que estará en el horno aproximadamente 20 minutos, o el tiempo que veamos que necesita.

Este pan es una fiesta para el paladar, tanto como acompañamiento de cualquier plato, con embutidos o para prepararnos un sándwich, después de un ligero tostado.

En mi familia lo hemos disfrutado en muchas ocasiones, en cada una de sus variantes y con distintos acompañamientos, y me temo que no dejara de ser nuestro preferido.

Si  te animas a intentarlo, suerte y a disfrutar